Mi crónica del Festival de Eurovisión 2017

Con el lema "Celebrad la diversidad" se ha desarrollado en el Centro Internacional de Exposiciones de Kiev el Festival de Eurovisión 2017. La gala comenzó con el desfile de todos artistas de los países participantes en el certamen. 
Los presentadores de la gala: Oleksander  Skichko, Volodymyr Ostapchuk y Timur Miroshnychenko protagonizaron momentos muy divertidos, uno de ellos fue un sketch junto a Mans Zelmerlow.
La anécdota de la noche la puso un sujeto conocido como Vitali Sediuk, de nacionalidad ucraniana, que  enfundado en una bandera australiana consiguió subirse al escenario mostrando el culo a la cámara durante la actuación de Jamala. La cantante supo capear la situación sin prestarle la más mínima atención y seguir su actuación sin inmutarse.
La estupidez de este tipo acostumbrado a molestar y agredir a personajes públicos le puede costar en esta ocasión un buen disgusto; ya que, en base al artículo 296. 3 del código penal ucraniano, la pena aparejada por este acto puede ir desde una buena multa hasta una pena de privación de libertad de cinco años, ya que un hecho de esta naturaleza se considera en Ucrania como vandalismo con agravantes, según declaraciones del ministro de interior Ársen Avákov
Vitali ya ha protagonizado sonoros sucesos frente a otros artistas como Madonna, Leonardo Di Caprio, Kim Khardasiam...etc
Durante la gala actuaron otros artistas como Ruslana (ganadora 2004) y Onuka junto a la Orquesta Académica Nacional de Instrumentos de Folk de Ucrania.
Abrió la gala un nervioso Imri Ziv que puso ritmo a la noche para dar paso a una elegante Kasia Mos que estuvo bastante bien. A continuación llegó la happycidad del matrimonio bielorruso Navi Band de blanco inmaculado que parecían los muñecos de una tarta de novios sobre un barquito. Con beso y todo al final de la actuación.
En cuarto lugar el hombre de la luna, Nathan Trent, derrochó simpatía y mucho colorido para dar paso al espectáculo tipo diva enigmática de la armenia Artsvik. Que muchos efectos especiales y mucha parafernalia para luego quedar en un decimoctavo puesto. Le siguieron las Wilson Phillips holandesas, digo las OG3NE, que derrocharon armonía y una actuación impecable sin tanto artificio. Muy bien por las hermanas.
 Y ellas dieron paso a los divertidos Sunstroke Project que nos contagiaron con su energía y vitalidad haciendo una de las mejores actuaciones de la noche, su buen hacer les llevó a la tercera posición, la mejor clasificación de Moldavia hasta la fecha.
En octavo lugar apareció Joci Pápai cantando en romaní con una puesta en escena sencilla y llena de color que le alzó a la octava posición, aunque yo lo del cántaro de la leche como percusión no lo pillo. No obstante, me gustó. Pero a continuación llegó el hombre que todos daban por ganador, el italiano Francesco Gabbani, que contagió alegría e hizo cantar y bailar su Occidentali´s Karma a todo el público del Centro de Exposiciones de Kiev; sin embargo, no fue el ganador de la noche porque el público y el jurado tenían otras preferencias. A Italia le siguió Dinamarca con Anja Nissen y su vestido rojo de la suerte que derrochó voz y fuegos artificiales. 

Y llegó la poesía hecha canción, el sentimiento en estado puro en la voz de Salvador Sobral que enamoró a toda Europa, y la prueba está en que ganó con una diferencia de ciento cincuenta y tres puntos sobre el segundo, en este caso Bulgaria. De momento tiene el récord de máxima puntuación hasta la fecha. Al recibir el trofeo comentó algo con lo que estoy totalmente de acuerdo: "La música no son fuegos artificiales, la música es sentimiento".

Después de Portugal llegó a Azerbaiyán con Dihaj y su extraña performance que no terminó de convencer mucho. Le tocó el turno a Jacques Houdek que nos sorprendió con esa capacidad de cambiar de registro de pop a ópera con una facilidad pasmosa que asombra, yo me preguntaba si estaba poseído o tenía el día bipolar, o las dos cosas. Yo me reí un poco, qué queréis que os diga.
Y al bipolar le siguió el correcaminos, Isaiah que se pasó todo el rato andando sobre una cinta de andar, como el sueco, pero para cambiar un poco nos lo pusieron de lado con lo cual la cámara tenía que tener cuidado de no desencuadrarlo-algo que sí ocurrió en algún momento aunque levemente-y eso le hizo perder cierta credibilidad, aunque a la hora de votar el jurado, que no el público que le otorgó un cero patatero, le hiciese la pelota. Por cierto, en la final decidió eliminar el agudo que le hizo soltar el gallo en la semifinal. Chico listo. No creas que no me di cuenta, que sí.
En decimoquinto lugar actuó Demy que volvió a desinflarse en la actuación. No supo controlar los nervios y desafinó varias veces durante su actuación y no ha sido tan criticada como el representante español. No sé si hubo contagio o solidaridad, pero Manel en un momento de su actuación soltó un gallo que ha sido objeto de memes y críticas bastante hirientes que dejan mucho que desear. La verdad es que para ser justos hubo otros peores y no se les ha criticado tanto. Hasta ese momento lo hizo bien, pero un solo fallo y todos se han volcado en ahondar en la herida. Quedó en último lugar con cinco puntos. 
Tras Manel actuaron los daneses Jowst & Aleksander Walmann que hicieron una buena actuación, aunque eso no se tradujo en una buena posición. 



Lucie Jones nos regaló una excelente actuación que le valió un decimoquinto puesto. Su estilismo no me gustó mucho, no le favorecía para nada. El siguiente en actuar fue Hovig, que si os digo la verdad a mí me pareció la versión barata de Sergei Lazarev, hasta el fondo de pantalla era igual. La base de esta canción ya de por sí me recuerda Human de Rag´n Bone, así que de originalidad... más bien poca o ninguna.
Una de las propuestas más divertidas fue la de Rumanía, con Ilinca y Alex Florea, por un momento regresé a mi infancia con Heidi y Pedro corriendo por las praderas...¡Ay, qué recuerdos! Bromas aparte, lo hicieron genial.


En vigésimo primer lugar actuó Levina, que a pesar de llevar un tema inspirado en Titanium de David Guetta y ofrecer una actuación impecable quedó en penúltimo lugar. Pero Ucrania con O. Torbald tampoco quedó muy bien parado, solo quedó un puesto por encima de Alemania. Ofreció una gran actuación con un tema rock, bastante bueno por cierto, pero últimamente el rock no tiene muy buen resultado en Eurovisión.  Si tuvo, en cambio, mucha suerte Blanche que obtuvo un buen puesto, un cuarto puesto.  Ella lo hizo mejor que en la semifinal, eso hay que reconocerlo, pero el tema es soporífero. Me deprime. Menos mal que apareció Robin Bengtsson y nos quitó el aburrimiento de un plumazo con su espectáculo al más puro estilo americano. Los suecos sí que saben como ofrecer entretenimiento y buena música. 

El penúltimo en actuar fue el más joven, Kristian Kostov, que a pesar de ser el más joven demostró más personalidad en el escenario que los demás. Su balada bien mereció un segundo puesto, superando así a Poli Genova y quedar como el mejor representante de Bulgaria hasta la fecha.
Si tuviera que otorgar yo el premio Shiri Maimón dudaría entre Robin Bengtsson y Alma. Quizá se lo daría a Alma, porque esta chica iba elegante con el traje con reminiscencias de los setenta. Me encantó el traje y su actuación. 

El pistoletazo de salida de las votaciones corrió a cargo de Verska Serduchka que en las semifinales nos ofreció algunas notas de humor. En las votaciones del jurado Portugal se estrenó desde el inicio en primera posición. La ventaja sobre sus competidores se iba haciendo más evidente a medida que iban dando sus votos los jurados, algunos en los que se notaba el "vecinismo" fueron abucheados por el público presente, lo bueno es que fueron pocos los países que hicieron eso. El jurado dio como ganador a Portugal y el público con sus votos también le dimos nuestro voto, y me incluyo porque yo también voté por Salvador Sobral. El segundo fue Bulgaria, seguido de Moldavia. 

Y hasta aquí mi crónica eurovisiva de este año. 

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